jueves, 29 de enero de 2009

Hora de dormir.


Las luces están apagadas, pero la luz de la luna a través de mi ventana logra un efecto de iluminación tenue en mi habitación. Son las cuatro de la madrugada y no logro conciliar el sueño, lo peor es que hace días que no logro conciliarlo, antes llegaba a dormir al menos unas cuatro o cinco horas luego de una larga desvelada, pero ahora no duermo, mi cabeza esta perturbada, llena de recuerdos horribles que se apoderan de mi ser, día a día me van atrapando y no puedo lograr escapar.

No quiero ayuda, ya que todas las personas que conocí durante mi vida lo único que lograron fue aterrarme más, estoy llena de odio y dolor y no hay nada ni nadie que lo pueda reparar, por que ya es muy tarde se acerca mi final.

Nunca fui una mala persona, ni planee serlo. Es entonces como no logro comprender por que tengo que atormentarme todas las noches con pensamientos oscuros e hirientes, cuando podría dormir en paz como cualquier persona, hasta un asesino podría hacerlo.

Los días pasan cada vez más rápido y yo permanezco encerrada en mi habitación, no quiero salir, tampoco quiero alimentarme, cada día estoy mas delgada, ya puedo ver mis huesos, no es algo que me agrade, pero no hago nada para salvarme.

No me importa nada en el mundo, sólo quisiera poder dormir, una vez mas, como antes, pero se hace imposible, mis pensamientos no me dejan en paz, no logro parar de llorar, hasta a veces llego a gritar, pero aun así no me dejan, permanecen en mi mente, queriendo acabar conmigo.

Pero hoy no, puedo sentir como me pierdo en los recuerdos, sin que me hagan daño, puedo ver como estoy en los mas hermosos de mis recuerdos, y no en los escalofriantes y temidos, cierro mis ojos, despidiéndome de todo el dolor, aunque puede ser que al final hayan logrado su objetivo, y probablemente ahora yo este muriendo, pero… logre lo que quería, logre conciliar mi sueño, mi sueño profundo, es hora de dormir.



♦(Anna D. L)♦

miércoles, 14 de enero de 2009

Viva entre los muertos.

Caminaba por la calle, estábamos en otoño, el clima era muy frió y ya había oscurecido, pero además, estaba sola.

Me di cuenta que de tanto caminar llegue a una especie de bosque, en el cual no llegue a encontrar la salida, pero no me importo, yo seguí caminando, en círculos, ya que para donde iba terminaba en el mismo lugar del comienzo.

No tenía sentido lo que hacía, por que no iba a llegar a ningún lado, así que cuando volví por décima vez al mismo lugar donde había comenzado a caminar decidí quedarme ahí, sentada junto a la fuente, que no tenia agua pero servía de muy buen asiento.

Fue ahí cuando lo vi todo, fue como un flash de emociones. Primero había observado el suelo y no se si era efecto de mi alucinación, pero ahí se encontraban todas las personas que me habían perturbado en la vida, desparramadas por el suelo fértil, pero éstas parecían muertas.

Como una tonta me acerque a algunos cadáveres con la ilusión de que alguno me contestara, ¿aunque era ridículo verdad? No sólo por que son cadáveres, me refiero a que por que habría de querer hablarles después de todo el daño que me hicieron en vida, que irónico.

Hasta que oí algo, alguien me buscaba, estaba entre el bosque, y creo que quería matarme. En ese instante mi único auto reflejo fue salir corriendo, auque era obvio que no saldría de ahí, ya lo sabía.

Una vez más llegue al mismo lugar, pero esta vez al mirar la fuente, que ahora si tenía agua, descubrí que arriba de ella había un reloj, derritiéndose, supuse que algo debía de significar, pero no me detuve a pensarlo, sólo me acerque mas, fue entonces cuando note que algo, mas bien alguien, me esperaba del otro lado.

Pensé en salir corriendo una vez más pero no valdría la pena, así que me acerque más, tanto, que ya podía verle el rostro, y cuando clavo su mirada en mi, creí que iba a acabar conmigo, pero no lo hizo, se acerco más a mi, ya estábamos cara a cara, me acaricio la mejilla, dio media vuelta y desapareció. ¿Por que no acabaste conmigo? ¿Creí que me matarías? ¿A dónde diablos te has ido? (comencé a gritar) Fue inútil, no volvió a aparecer. Me tire al suelo como si no recordara lo que había allí, pero tampoco me importo, estaba dicho, no iba a salir de ahí y al parecer tampoco podía permanecer como el resto, muertos, no sabía como iba a sobrevivir, supuse que en un par de días yo también moriría, pero no fue así, aún sigo viva, aún sigo encerrada aquí, sin que nadie me hable, sin que nadie se de cuenta de que estoy al lado, sin que nadie me comprenda, sin que nadie me mire, por que todos, están muertos.


♦(Anna D. L)♦

lunes, 12 de enero de 2009

Nacida para morir


Muchas veces me pregunte cual es la razón por la cual yo ingrese a esta vida, me refiero a que no hay algo sobrenatural en mi como súper poderes o algo que haga salvar a la ciudad, simplemente es una vida común y corriente que algún día se va a acabar como muchas otras, y lo peor es que a lo largo de mi vida, además de saber que puedo disfrutarla de muchas maneras, se que va a estar llena de sufrimiento.

Se que comienzo siendo una niña pequeña, que mañana se convertirá en mujer, y luego a los veintitantos tendrá que buscar un buen partido para casarse y adiós a la vida de adolescente, llegare a tener un trabajo y demasiadas responsabilidades, deudas, gastos del hogar, y como si fuese poco ver como también envejecen los que me rodean, mis hijos crecerán, yo envejeceré, mis padres aún más, mis hijos se casaran, luego seré abuela, si tengo suerte mis padres aún permanezcan conmigo, y eso es lo que me duele, ver como pierdo todo a la vez que lo gano todo. Se acabará mi vida, seré vieja, arrugada, adulta, demasiado para mi gusto, estaré vacía por dentro y llena a la vez, no podré escapar de mis pensamientos escalofriantes. Me volveré loca, me internaran en un loquero, moriré sola, aterrada por lo que perdí, y alegrada por irme en paz.

Es por eso que creo, ¿por que nací? ¿De verdad tengo que soportar todo esto?, es muy duro, suena horrible y es peor pensarlo.

Nacer para luego morir, ¿es ese el préstamo que me da Dios? ¿Esa es la vida que me otorga? ¿Y como la pago?, ¿con cuotas de sufrimiento a lo largo de mi existencia? Debería de darme el don de la inmortalidad, a mis pares por lo menos, no me importa mi muerte, sino de los que me rodean, no quiero perderlos, soy joven aún y ya perdí dos vidas, tres a decir verdad pero una la desconozco, sin contar claro alguna otra persona “conocida” que haya pasado a mejor vida.

Soy capaz de dar mi vida, a cambio de la inmortalidad de mi familia, si eso pudiera ser capaz lo haría sin ninguna duda.

Además, tengo mis dudas, soy católica, pero de todos modos carezco un poco de fe, y una de las cosas que me perturban es saber que cuando pasas al otro lado, quien sabe si te vas a encontrar con tus seres queridos, “el alma se va, y el cuerpo se queda” así dicen, pero, ¿mi conciencia también se va? ¿Y que hay de mi memoria? No me basta con mi alma, ¿como se yo quien de allá arriba es mi familia si no tengo memoria ni conciencia?

Siquiera se si voy a saber quien soy yo. Es decepcionante, es absurdo, es la vida.

Tengo miles de deseos por cumplir en esta vida que me toco, y espero lograrlos, pero soy conciente que no todos los deseos van a hacerse realidad. Por eso, es mejor vivir bien esta estúpida y corta vida que llevamos, disfrutarla, no vivir alterado y preocupado, enojado y alborotado con la vida, peleándose con todo el mundo, hay que disfrutar cada momento para no sentirse mal después, cuando las cosas se van de las manos.

Se que éste no es uno de los mejores temas para tocar en mi vida, ya que me incomoda demasiado, pero a veces es necesario dar una opinión sobre el punto de vista que tiene cada uno, y éste, es el mío.


♦(Anna D. L)♦

jueves, 8 de enero de 2009

Sombra


Me pregunto que es lo que en verdad busca, es patética, no tiene vida propia, actúa como si fuese mi sombra, sin originalidad, sin sentido propio, sólo, copia.

Me persigue, no me deja en paz, sólo lo hace para perturbarme, por que otro no puede ser su fin.

No tiene alma, no piensa por si misma, no se conoce, sólo conoce mi personalidad, y la quiere, entonces copia.

Pero no puede reemplazarme, no puede formar parte de mi cuerpo y de mi alma, por lo que únicamente se conforma con quedar absurda a mi lado, como una sombra, como mi sombra.

-no te cansas nunca, ¿verdad?- le dije

No se atrevió a contestar, pero yo sabía su respuesta, era como una fragancia comprada a la vuelta de la esquina, no era importada, sino una simple copia.

-¿acaso, pretendes acabar con mi vida?- le volví a gritar

Ignoró mi pregunta, era lo único que podía ignorar de mí, mis preguntas, ya que el resto, lo repetía todo, como una máquina.

-No necesitas de mí, tú también tienes alma, y no disfrutas de ella tal y como es, no trates de forzarla a ser igual a la mía- le dije

Me miró, su mirada era resentida, nada le bastaba. Sabía que iba a seguir copiando, sin importar lo que yo pudiera decirle, por que era una sombra para mi, una que nunca iba a salir a la luz para mostrar su brillo propio, simplemente se había convertido en mí sombra.


♦(Anna D. L)♦

miércoles, 7 de enero de 2009

Caligrafía personal


Observo mis manos, mis dedos, pienso en todo el tiempo que paso, que se que no fue mucho ya que todavía no soy una anciana claro, pero siento todos esos años que pasaron como si fuesen siglos. Nunca me gusto recordar el pasado, mas bien me gusta vivir el presente, el día a día.

No es por que haya tenido una infancia fea, digamos que fue bastante divertida, infantil para darle un termino correcto, tuvo sus buenas cosas, como malas, pero no es de gran importancia para mi, no todo.

En un par de meses cumpliré los diecisiete, de chica siempre quise llegar a esta edad, no se, lo veía como “la edad en que ya comenzaría a ser mayor”, o algo así, pero aun sigo siendo la pequeña para mis padres, no me molesta serlo, solo que incomodan algunos detalles como las salidas nocturnas en las cuales no están muy de acuerdo, a pesar de que no me gusta ir a bailar y que debería de ser un punto a favor de ellos, aún así, hay pequeñas complicaciones.

Ahora dejo de observar mis manos, encontré un par de cartas viejas, saludos de cumpleaños, despedidas, y otras simplemente son cartas, y también hay notas mías, tontas notas, personales, ya olvide el verdadero significado de alguna de ellas, pero aun así forman parte de mi, como mi pasado, como esas cartas que me enviaron alguna vez, como los años que pase, como mi infancia, como todo, todo forma parte de mi.

Aprendí mucho durante estos años, a ser sincera, aunque tenga mis deslices como todos, pero son pocos, a escuchar, a saber perdonar, a ser paciente, a continuar la vida lo mejor posible después de un golpe bajo, a comprender, a disfrutar, a ser original, a que mis amigos me demuestren que soy una persona única.

Todo lo aprendí a lo largo de estos pocos pero valiosos años, todo, forma parte de mi.


♦(Anna D. L)♦

lunes, 5 de enero de 2009

Unicamente un reemplazo.


Como saber que es lo que pasa por tu mente en este momento, como saber que pasó por tu mente durante todo este tiempo que te conozco, tu manera extraña de tratarme, todo lo que hiciste, hizo que llegara a la conclusión de que para ti, simplemente fui y seré un reemplazo.

No te pido que me ubiques primero en tu lista, sólo ubícame.

No soy “la otra oportunidad”, no soy “que pase el que sigue”, no soy doble de riesgo, me alcanza con mi propio riesgo, no soy el premio consuelo, no, no lo soy.

Soy una persona única, que no se merece el desprecio de nadie, no quiero oírte, por que estoy cansada de hacerlo, si no valgo nada para ti, por que tu habrías de valerlo para mi.

Y ahora me desangro, justo donde me dejaste, sola y abandonada, repleta de mentiras y crueles pensamientos que usaste para herirme, ya es tarde mi alma se libera de mi cuerpo, mi alma se libera de ti, ésta ya no quiere verte, ya no va a oírte, tan solo tendrás al lado un frío cadáver observándote, que podrás herir, maltratar, pero no matar. Por que el daño ya esta hecho, y ahora te toca a ti.


♦(Anna D. L)♦

viernes, 2 de enero de 2009

Egoísta


Lo quería todo, y por más que lo tuviera, no iba a ser feliz, por que así era ella, vivía llena de bronca y resentimiento, ocupada con sus cosas, sin tiempo para otros.

Herida por los golpes que la vida le había dado, intentando sobrevivir al dolor, no importaban los demás, solo ella era dueña de la decisión final. Así veía ella su mundo, y no era precisamente la princesa de un castillo encantado donde todos bailaban alegremente, ella se había convertido en un monstruo, sola y amargada.

Sabía bien que actuar así no era lo mejor, pero ella mantenía su postura, sin importar lo que pensaran los que la rodeaban. Había tomado la decisión equivocada, el camino incorrecto, y para ella, no había vuelta atrás.



♦(Annie D. Lopez)♦

jueves, 1 de enero de 2009

El Perdón


Contaba los días, pensaba en las horas, cuánto más duraría aquel pensamiento en mi cabeza, no podía huir, tampoco mentir, me sentía incómoda en lo cómodo, sonreía, pero no había señal.

Decidí continuar mi vida como si nada, un golpe bajo más no le afectaría mucho, “lo superaré y me reiré de ello luego” pensé. Pero no pude con mi genio, mi mente explotaba y mi bronca aumentaba, lo hable con amigos, me aconsejaron, fue difícil, ya que los consejos de cada uno fueron diferentes, y no sabía que decisión tomar, así que escogí mi propio camino, “el tiempo lo sanará”.

Y así fue como pasaron los días, ya no incómodos sino vacíos, bastaba con mi silencio profundo para darse cuenta de que las cosas no iban bien. Trataba de seguir riendo, sin importar lo que pasaba por mi mente, me pregunte si iba a ser así para siempre, no toleraba la idea de convivir con la falsedad tan cerca.

Tenía testigos, pero no pruebas, tenía hipótesis, pero no soluciones, nada servía. Como sabría yo qué era lo correcto, había una sola solución correcta, y yo la esperaba, pero no aparecía, y eso me hizo dudar de si ésta existía en realidad.

Ya casi fin de año, las cosas iban mejor, pero la falsedad para ignorar aquel asunto abundaba. Pero una tarde ocurrió lo inesperado, bueno, inesperado para aquella tarde, ya que realmente lo esperaba hace tiempo.

Hablamos, y desmentimos aquellas hipótesis que habían llegado a mí, sólo fue un error, un comentario, un error absurdo, que hizo que por todo este tiempo las cosas se mantuvieran tensas. Yo creía haber perdido a un hermano, por que así considero a mis mejores amigos, no entendía por que de la nada él habría de odiarme tanto como para hablar de mí de tal forma que yo llegara a odiar mi propia personalidad.

Llegué a pensar que si el pensaba así siendo mi amigo, mi compañero de banco, estando tan cerca de mí todos los días durante el horario escolar, creí que los demás podrían compartir su misma opinión sobre mí, cosa que no me importa como le caigo a cada persona, sino, me importa el que hablen a las espaldas de uno y luego finjan que todo esta bien.

Pero en esa tarde, se solucionó aquel problema, llego el perdón que había estado esperando por tanto tiempo, claro que llego con una explicación real de la situación, ya que él había sido el aludido.

Nunca es tarde para solucionar errores que quedaron pendientes, el perdón sincero siempre es bienvenido, no importa cuan tarde sea. Y saber perdonar. ♥


♦(Anna D. L)♦