Las luces están apagadas, pero la luz de la luna a través de mi ventana logra un efecto de iluminación tenue en mi habitación. Son las cuatro de la madrugada y no logro conciliar el sueño, lo peor es que hace días que no logro conciliarlo, antes llegaba a dormir al menos unas cuatro o cinco horas luego de una larga desvelada, pero ahora no duermo, mi cabeza esta perturbada, llena de recuerdos horribles que se apoderan de mi ser, día a día me van atrapando y no puedo lograr escapar.
No quiero ayuda, ya que todas las personas que conocí durante mi vida lo único que lograron fue aterrarme más, estoy llena de odio y dolor y no hay nada ni nadie que lo pueda reparar, por que ya es muy tarde se acerca mi final.
Nunca fui una mala persona, ni planee serlo. Es entonces como no logro comprender por que tengo que atormentarme todas las noches con pensamientos oscuros e hirientes, cuando podría dormir en paz como cualquier persona, hasta un asesino podría hacerlo.
Los días pasan cada vez más rápido y yo permanezco encerrada en mi habitación, no quiero salir, tampoco quiero alimentarme, cada día estoy mas delgada, ya puedo ver mis huesos, no es algo que me agrade, pero no hago nada para salvarme.
No me importa nada en el mundo, sólo quisiera poder dormir, una vez mas, como antes, pero se hace imposible, mis pensamientos no me dejan en paz, no logro parar de llorar, hasta a veces llego a gritar, pero aun así no me dejan, permanecen en mi mente, queriendo acabar conmigo.
Pero hoy no, puedo sentir como me pierdo en los recuerdos, sin que me hagan daño, puedo ver como estoy en los mas hermosos de mis recuerdos, y no en los escalofriantes y temidos, cierro mis ojos, despidiéndome de todo el dolor, aunque puede ser que al final hayan logrado su objetivo, y probablemente ahora yo este muriendo, pero… logre lo que quería, logre conciliar mi sueño, mi sueño profundo, es hora de dormir.
♦(Anna D. L)♦